Volvamos a "casa"

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REFLEXIONES POST APAGÓN

El domingo 16 de junio de 2019 aproximadamente en las primeras horas de la mañana sucedió un apagón eléctrico total en Argentina, salvo algunas provincias o un pueblo -que inteligentemente se cambió a energía alternativa (VER NOTA ) el resto estuvimos casi 6 horas sin luz -aunque en algunos casos muchas más-. Fue en horas de la mañana, de un domingo festivo por el día del padre, y muchas familias que pensaban salir a festejar tuvieron que armar un plan B y quedarse en casa. Y lo que sucedió en varios hogares fue que en esas horas se revivió el espíritu tradicional de una comida común en familia haciendo lo mejor posible con la realidad posible, algo que nos caracteriza a los argentinos.

Si bien no pude pasar ese día en familia porque no logré viajar a mi pueblo natal, varios episodios que sucedieron ese día me llevaron a las siguientes reflexiones que concluí con 5 razones por las que creo que llegó la hora de Cohousing y que es fundamental volver a pensar la vida a nivel local, en la pequeña escala.

Reflexiones:

  • Tener una red de ayuda mutua es importante para resolver mejor los imprevistos. Justo ese día mi papá y sus compañeros de coro hacían la famosa locreada para recaudar fondos para sus actividades y por un pelín estuvo a punto de cancelarse con grandes pérdidas. Sin embargo, uno de los miembros tenía de su negocio un generador eléctrico lo que les permitió terminar de preparar la comida y con sus más de 200 porciones preparadas, alimentar a varias familias que a pesar de no tener luz, tuvieron su almuerzo listo para disfrutar.

  • Cuando la tecnología falla, siempre aparece en el fondo nuestra naturaleza social y la importancia de la cercanía. Ese día el plan era llamar a mi papá ya que el celular me ayuda a estar comunicada a pesar de la distancia, seguir el crecimiento de mi sobrina, etc. Pero al final de cuentas, la distancia es la distancia y nada vale más como estar cerca y compartir momentos junto a los seres queridos, cuando uno nunca sabe si esos momentos pueden llegar a ser los últimos.

  • Es imperioso pensar en cuál es nuestro aporte al medio ambiente y cómo tenemos a nuestro alcance el poder de nuestro dinero para inferir positivamente en nuevas y mejores energías sustentables. En mi especie de Cohousing familiar mi papá inventó un sistema de recolección de lluvia y hace un año invirtieron en un calefón solar que de a poco se va pagando sólo por el ahorro que genera. Últimamente les estoy taladrando la cabeza para que compremos colaborativamente un biodigestor ya que como separamos los residuos húmedos orgánicos podríamos aprovecharlos para generar gas (todavía mis persuasiones no tienen frutos, pero nunca desisto cuando algo se me mete en la cabeza) y por el otro lado invertir en paneles solares para aprovechar que tenemos mucho techo en nuestras casas y que ya se aprobó la ley usuario-generador para la energía solar. Ninguna de esas cosas puedo hacerlas en mi actual departamento en la ciudad, en un edificio donde los vecinos ni siquiera se ponen de acuerdo con las medidas de seguridad de acompañar la puerta de entrada al edificio al entrar/salir porque no cierra bien.

  • Tener un objetivo y una visión común alinea más fácilmente a todos los miembros en situaciones desafiantes. Al saber todos hacia dónde se dirigen, pueden ajustar su acción en ese sentido. La forma en que mi papá me relató cómo todos los miembros del coro cambiaron sus roles anteriormente establecidos para ajustarse a la nueva realidad y cómo lograron su objetivo y hasta ese imprevisto y las formas en que lo resolvieron los fortaleció como grupo, fue un claro reflejo de la importancia -y que aquellos que no saben mucho de Cohousing, sólo de bienes raíces lo pasan por alto- que tiene construir juntos una relación mediante el conocimiento, la confianza y una visión común para poder así ajustarse a los cambios que surjan en el camino sin desintegrarse, sino saliendo más fortalecidos.

  • Y finalmente, es fundamental el rol que todos tenemos como agentes de cambio, de ser esos vecinos colaborativos que queremos tener, que va más allá de Cohousing y de un proyecto futuro sino acá y ahora de primero SER, después HACER, para finalmente TENER eso que buscamos con lo que anhelamos llamar hogar. Por eso los invito a que volvamos a nosotros mismos, volvamos a “casa”.

Antes de dejarte con el video que hice transcribiendo al español el hermoso cuento de niños que leyó Courtney Martin al inicio de su charla apertura de lo que fue la Conferencia Nacional de Cohousing en Portland, Oregon, -que también dejo al final de este artículo para quienes entiendan inglés (las traducciones las haré proximamente)- quiero invitarlos con alegría a esta iniciativa que es otro granito de arena para convertirnos en vecinos colaborativos y correr la voz sobre Cohousing.

La iniciativa se llama Comamos Juntos y en principio va a realizarse en la ciudad de Buenos Aires donde actualmente me encuentro, en mi “casita colaborativa” que es un laboratorio de experiencias colaborativas para vecinos, emprendedores sustentables y personas conscientes. Las fechas disponibles con la información para reservar un lugar estarán disponibles a partir de julio.

Siguiendo el paradigma del movimiento de la Banca Ética y de “A quién le sirve mi dinero”, frase célebre de Joan Melé que nos invita a reflexionar y a cambiar nuestros hábitos de consumir, ahorrar y donar, el 10% de las ganancias de esta actividad junto con todas las otras iniciativas que estaré haciendo, será donado a 5 organizaciones con las que colaboro con tiempo, energía, dinero y amor.

Ellas son:

  • Equipo Argentina del Movimiento Banca Ética Latinoamérica. Este paradigma bancario es fundamental para los proyectos de Cohousing y hago todo lo que está a mi alcance para difundir la importancia de empoderarnos sobre qué hacemos con nuestro dinero.

  • Kriya Yoga Argentina. La meditación es una parte importante en mi vida y esta técnica científica ancestral me da la calma y el foco que necesito para vivir en armonía al mismo tiempo que contribuye con una mejor calidad de vida a personas de todo el mundo y su trabajo humanitario.

  • Colectivo Sustentable. Esta es una organización sin fines de lucro de la cual soy co-fundadora cuyo objetivo es aportar al desarrollo de los pueblos rurales incubando emprendedores y emprendimientos de triple impacto que fomenten una economía circular local. El primer pueblo donde estamos trabajando junto a los emprendedores y emprendimientos fundadores es Pardo, un hermoso pueblo en la provincia de Buenos Aires, que a los ojos de Bioy Casares era el lugar más hermoso del mundo.

  • Fundación Aiken. Esta organización se dedica a brindar acompañamiento psicológico a niños y adolescentes que están en duelo por muerte de padres y hermanos, su fundadora Aldana es para mí un ejemplo de servicio a imitar y comprendo la gran importancia de su tarea al haber experimentado en primera persona el dolor no trabajado del duelo de mi mamá cuando era adolescente.

  • Voy con Vos. Es una organización sin fines de lucro que brinda acompañamiento escolar a niños de escuelas rurales. La educación es fundamental para cambiar futuros y es muy importante acompañar a los jóvenes en zonas rurales, en ese caso de la provincia de Chaco para que no deserten con todos los desafíos que tienen que experimentar.

Quiero que sepas que tu dinero con tu presencia y participación contribuirá -entre otras cosas- a servir a esos proyectos. Y en los meses siguientes iremos rotando para colaborar con otros proyectos.

¿A quién le sirve mi tiempo, energía, conocimiento y experiencia en Cohousing?

Tengo mucho “hilo” para compartir.

¡Los espero pronto!